los ojos, siempre son primero los ojos, dos piedras negras, llenos de ilusiones, llenos de tristezas, llenos de alegrías. miran y todo parece ser posible.
luego los labios rosas, dos pedazos de inagotables palabras, palabras de amor, de odio, de esperanza.
el cabello es el abismo profundo donde me podría hundir y nunca más regresar, aire puro, hilos para tejer una historia y un amor.
la nariz es la delatora de tus suspiros, es la entrada de la vida, del aire que te mantiene en movimiento.
el cuello delicado y suave es la tentación absoluta, tentación que no puedo evitar y en la cuál quiero pecar.
tus hombros apoyan mi cansancio y mi alegría, podrían cargar todo el peso del mundo y nunca te doblarías.
tu pecho es mi perdición y el lugar de mi querencia, incansable fuente de vida, deseo prohibido y anhelado, lugar donde muero y resucito.
para lo demás no hay palabras, solo sentimientos y pasión.
c. althieri
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