tardes de sabado....

en tardes como esta, tu presencia se hace necesaria...

c. althieri

las palabras...

con dificultad se dice lo que se debe decir en el momento adecuado,
acomodar las palabras justas, no mas, no menos,
con la cadencia de una oración y sin equívocos,
así mismo, debe ser con las palabras escritas...

una palabra es escrita en papel, sin sonido, en estado fonético en reposo,
pero cuando alguien más, al mencionarla, la vuelve sonido, rompe el aire, la vuelve vibración.
¿cómo es posible ese cambio de estado físico (o transmaterial)?

la palabra escrita es suave, tersa, delicada, silenciosa...
la palabra pronunciada lastima, rompe el aire, es grotesca, es suicida...

¿a cuántas palabras tenemos derecho, ya sea para escribir o para decir?

si la palabra escrita no se pronuncia ¿és silenciosa?

c. althieri

mirame...

levantas la cara y tus ojos tienen el brillo de las estrellas y te digo: mirame...

llevas el paso apresurado y quieres llegar al destino, detengo tu andar y te digo: mirame...

espero en la terminal el autobus que te traiga de regreso, te veo bajar y me abrazas como la primera vez y yo te digo: mirame...

no dices nada, callas en medio del silencio y llevas los aretes que te regale, te digo en voz baja: mirame...

tus mirada como luceros en mi oscuridad...

c. althieri

la luna y los lunares...

mdos lunas,

dos lunares...

hasta la segunda luna nos dimos cuenta que tenemos un lunar parecido uno al otro, y aunque son diferentes son iguales...

digo que la luna de hoy es la misma pero diferente a la de ayer, la luna cambia todas las noches, muere y renace, se enciende y se apaga...

los lunares no son muy oscuros, mas bien son de esos que perecen manchas en la piel, pero no por eso no dejan de ser lunares. el primero en tu muslo, el segundo en mi espalda...

c. althieri