en la inmensa distancia,
en el interminable tiempo,
en las abrumadas vidas que deambulan por este desierto...
nos fuimos acercando un poco cada vez mas,
cada dia, en silencio,
empezamos a creer en el destino
y en sus misterios...
no somos almas que reencarnan,
somos el cuerpo que quiere sentir,
que le gusta sufrir,
vivir vida tras vida buscandonos...
nuestros ojos nos buscan,
lavados por las lagrimas,
nuestras voces nos llaman,
ahogadas en la mentira...
te he encontrado
y aun asi no lo puedo creer,
será que somos pedazos
del mismo espejo roto...
c. althieri