perdemos la guia, el camino, caminamos como huerfanos, callados, sombrios, alimentandonos de las sobras de amor de los demas, lo que les estorba, lo que ya no quieren, sin esperanza, sin amor real, solo con desprecios hacia la carne y a los ojos...
recibimos dulces que se cayeron a la tierra, llenos de basura y hormigas, seguiremos aca, doliendonos del frio, del suelo mojado, de los dias nublados donde ni el sol nos calienta, reclamamos caricias, aunque sean de mentira, la verdad se sale por nuestros bolsillos rotos, la perdimos en nuestro primer viaje...
silencio, detras del arbol se esconde la sombra azul que se lleva las almas al infierno, dejemos de escondernos de ella, nos ha visto ya, es demasiado tarde como para querer escapar, mejor limpiemos nuestro rostro sucio con el agua de aquellos charcos, hay que estar presentables para este encuentro...
se enredan las mariposas en las telarañas, la cena perfecta para las diosas de ocho patas, la ofrenda de nuestros ancestros, el pacto que se sella nuevamente a la luz de la luna llena, la niebla nubla nuestra vista, reciclamos los sonidos para orientarnos, es dificil hacerlo entre tantas lapidas y tumbas, montones de tierra llena de gusanos e insectos oscuros, chupandole la muerte a la carne podrida, engordando comiendo las viceras verdes y hediondas...
dejemos el silencio para los muertos, nosotros debemos gritar la vida, llorar el amor no correspondido, cantarle a las miradas vacias, nos llevamos los que recogimos del camino, basura e inmundicia de los que no son amados, tenemos miedo de ser vistos, de ser queridos, de ser amados, nos alimentamos de ese miedo para morir en paz...
c. althieri