cierro los ojos que te miran,
las canciones del olvido las llevo en la espalda,
mi voz olvida tu nombre, como detras de ti se va la sombra,
cierro los ojos y la mirada cegadora desaparece,
cada segundo es una vision que se evapora como la nieve,
despacio, lentamente, inerte...
cuando despierto acompaño la mirada hacia el cielo,
y al borde de la cama aparecen flores rojas,
recien cortadas, porque es primavera,
vuelvo a mirar el cielo azul y en un momento el reloj
derrocha otro segundo, otro recuerdo, otro olvido...
adornada esta la fuente de la plaza,
sera testigo de una historia de carbon y de fuego,
llena de agua dulce, fresca, clara,
repleta de golondrinas que estan anidando en las paredes del pueblo,
regresaron por costumbre, porque aqui nacieron,
asi sera su vida entera, no pueden elegir, no pueden cambiar su destino...
solo cambia la gente, sus costumbres, sus amores, sus ideas,
las monedas cambian de manos, las bolsas cambian de granos,
el agua del rio cambia, las plantas en las banquetas tambien cambian,
cambiaste tú, cambie yo,
los miedos cambiaron, tambien los celos, la gente y sus palabras,
solo las golondrinas fueron las mismas...
mi nombre vino de un sueño, un sueño siempre significa algo,
pero no los nombres que aparecen en el sueño,
el nombre se fragua en el fuego de una fogata en medio del bosque,
los nombres que tenemos son sueños,
¿con quién estaré yo soñando si sueño con tu nombre?...
cierro los ojos que te miraban y cuando los vuelvo abrir
estan cobardes los recuerdos y apagada tu mirada
tu cuadro es una vieja pieza en un bazar de antigüedades,
el pensamiento que esta adentro esta tan lejano como tu boca,
como tus caderas, que siendo inquietas, las mueven otras manos...
c. althieri
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