guardabas tus palabras en una cajita de carton,
cerrada con el sello del olvido y la tristeza,
no tenia llave ni cerradura,
pero si mi nombre escrito...
recibimos el sol en la piel al amanecer,
nos olvido el tiempo y la luna,
casi nos cuesta nuestro amor el haber recordado el pasado,
nos dolian las manos por no soltar el pasado...
cuidamos de no encontrarnos en sueños,
medimos los pasos que nos mantienen alejados,
siempre los mismos,
siempre distantes...
ayer te bese, tus labios de mujer,
me parecieron tan refrescantes tus labios,
que me quede toda la tarde con ellos,
sin regresar el tiempo...
eras una diabla, una diabla guardian,
de esas que me cuidaban de no hacer las cosas bien,
desde que te apartaste ya no me duele la cabeza el lunes,
las tardes de domingo son tardes de domingo,
ligeras, luminosas, eternas...
vimos las flores,
descansamos en el cuerpo de cada quien,
el cielo azul, profundo como tus sueños,
nos fuimos olvidando poco a poco de quienes eramos
y nos convertimos en los somos juntos...
c. althieri
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