miércoles, 23 de octubre de 2024

que´tan´lejos´estas?...

qué tan lejos estas? desearía que no tanto...

entre los dos solo pueden estar las hojas del otoño, los demonios del pasado que se esconden tras las ramas de los arboles...

quiero creer que esta tristeza solo esta en mi cara, que no se me sale de los ojos, de mi boca cuando pronuncio tu recuerdo, cuando veo el edificio donde estudiabas cuando eras universitaria...

espere toda la noche, le cante a las estrellas, pero creo que estan mas tristes que yo, porque vivirán mas y su nostalgia durará eternamente...

no pude decir lo mucho que te amo, lo mucho que tu recuerdo me duele... no tuve el valor de ir al hospital por miedo al rechazo de la vida eterna, me quede adormilado y cuando tus manos me tocan, los segundos dejan de ser tiempo y se vuelven sueños...

por eso la tristeza habita en mis manos, en mis uñas crecen gusanos, la piel se volvió del color del olvido, con olor a humedad y ancianidad, en un destello de relámpago regresas y te vas en un suspiro, te alimento, te deseo, te miedo, te hablo a ti, a ti en ese camino donde dijiste que lo ibas a intentar......

quien soy yo? sé realmente quien soy? sabes quien dejaste de ser despues de leer esto?...

c.althieri

martes, 15 de octubre de 2024

el gran amante...

 

He sido un gran amante: he llenado mis días
tan orgullosamente con el esplendor de la alabanza del Amor,
el dolor, la calma y el asombro,
el deseo ilimitado y aún satisfecho,
y todos los nombres queridos que los hombres usan para engañar a la desesperación,
para los arroyos confusos e invisibles que llevan
nuestros corazones al azar por la oscuridad de la vida.
Ahora, antes de que el silencio irreflexivo de esa lucha
se hunda, engañaré a la soñolienta Muerte hasta el punto de que
mi noche será recordada como una estrella
que eclipsó a todos los soles de todos los días de los hombres.
¿No los coronaré con alabanzas inmortales
a quienes he amado, quienes me han dado, se han atrevido conmigo
altos secretos y en la oscuridad se arrodillaron para ver
la inenarrable divinidad del deleite?
El amor es una llama; hemos iluminado la noche del mundo. Una ciudad: -- y la hemos construido, ellos y yo.
Un emperador: -- hemos enseñado al mundo a morir.
Así, por ellos amé, antes de irme de aquí,
Y la alta causa de la magnificencia del Amor,
Y para mantener jóvenes las lealtades, escribiré esos nombres
Dorados para siempre, águilas, llamas que gritan,
Y los colocaré como un estandarte, para que los hombres puedan saber,
Para desafiar a las generaciones, arder y soplar
En el viento del Tiempo, brillando y fluyendo. . . .

Estos he amado:
Platos y tazas blancos, limpios y relucientes,
Rodeados de líneas azules; y polvo de hadas, como plumas;
Techos húmedos, bajo la luz de la lámpara; la corteza fuerte
De pan amigable; y comida de muchos sabores;
Arcoíris; y el humo azul amargo de la madera;
Y gotas de lluvia radiantes recostadas en flores frescas;
Y las flores mismas, que se balancean durante las horas soleadas,
Soñando con polillas que las beben bajo la luna;
Luego, la fresca amabilidad de las sábanas, que pronto
Alivian los problemas; y el áspero beso masculino
De las mantas; madera granulada; cabello vivo que es
Brillante y libre; nubes de masas azules; la penetrante
Belleza desapasionada de una gran máquina;
La bendición del agua caliente; pieles al tacto;
El buen olor de la ropa vieja; y otras cosas así --
El reconfortante olor de dedos amigos,
La fragancia del cabello y el olor mohoso que persiste
De las hojas muertas y los helechos del año pasado...


Queridos nombres,
¡Y miles más se congregan a mi alrededor! Llamas reales;
La risa de hoyuelos del agua dulce del grifo o del manantial;
Agujeros en el suelo; y voces que cantan;
Voces en la risa, también; y el dolor del cuerpo,
Pronto convertido en paz; y el tren que jadea profundamente;
Arenas firmes; el pequeño borde apagado de la espuma
Que se vuelve marrón y mengua cuando la ola regresa a casa;
Y piedras lavadas, alegres durante una hora; la fría
Gravedad del hierro; moho húmedo y negro;
Sueño; y lugares altos; huellas en el rocío;
Y robles; y castaños de Indias marrones, nuevos y brillantes;
Y ramas recién peladas; y charcas brillantes en la hierba; --
Todos estos han sido mis amores. Y estos pasarán,
Lo que no pase, en la gran hora,
ni toda mi pasión, ni todas mis oraciones, tendrán poder
para retenerlos conmigo a través de la puerta de la Muerte.
Jugarán al desertor, se volverán con el aliento traidor,
romperán el alto vínculo que hicimos y venderán la confianza del Amor
y el pacto sacramentado al polvo.
---- Oh, nunca dudo de que, en algún lugar, despertaré,
y daré lo que me queda de amor de nuevo, y haré
nuevos amigos, ahora extraños... 

Pero lo mejor que he conocido,
se queda aquí, y cambia, se rompe, envejece, se lo lleva
los vientos del mundo, y se desvanece de los cerebros
de los hombres vivos, y muere.
No queda nada.

Oh queridos amores míos, oh infieles, una vez más
este último regalo os doy: que después los hombres
lo sepan, y más tarde amantes, lejanos,
os alaben, "Todos éstos eran encantadores"; decid: "Él amó".

Rupert Brooke, Mataiea, 1914